La libertad de no tener seguidores

No necesitar hacer, decir, ni crear nada para tener seguidores, para agradar, para complacer o para quedar bien; no ser políticamente correcto. No sentirse obligado a ser un ejemplo a seguir, ni a dar cátedra. Renunciar a reclutar corderos que nos sigan ciegamente, que no sean capaces de pensar por sí mismos, que carezcan de criterio para decidir.

No ser el gurú, el guía, ni el salvador de nadie. No todas las ideas son válidas; las buenas “intenciones”, las figuras mesiánicas ponen en riesgo a la humanidad.

Buscar promover el pensamiento crítico, generar discusiones para entender intereses diferentes sin sentirse obligado a aceptarlos, abrir posibilidades para hacer reflexionar, dejar que las preguntas hagan su trabajo; cuestionarlo todo sin por ello paralizarse, estar atento a cualquier radicalismo disfrazado de ética. Entender que nadie tiene la razón, que vivimos en mundos interpretativos donde los puntos de vista no se pueden asumir como realidades inobjetables.

Tener la libertad de ser contradictorios, ambiguos, complejos, de poder arrepentirnos, de encontrar fisuras en nuestra filosofía de vida, de reconocer que las circunstancias marcaron ciertas formas de pensar. Hacernos cargo de haber decidido eliminar todo deber ser, todo “me tocó”, toda obligación impuesta (interna o externamente).

Y tú, ¿has sentido que tienes que agradar en entornos donde no te sientes tú mismo? ¿Que eres políticamente correcto solo por no «defraudar» o diferir con los demás?

Share this :

Deja una respuesta

Sign up our newsletter to get update information, news, insight or promotions.

Latest Post

Improve your business skills with the help of a professional coach!

Lorem ipsum dolor sit amet consectetur adipiscing elit dolor

Habla conmigo